Conciertos en crisis: El 2025 que sacudió a la música en vivo en República Dominicana
La tragedia del Jet Set, el
costo de las boletas y la precariedad de los venues destapan la fragilidad del
sector que mueve miles de empleos. La industria del entretenimiento enfrenta uno
de sus mayores desafíos en décadas.
Por: Vilmania Oviedo López
Periodista – Locutora
Cuando sucedió el infortunio del Jet
Set, numerosos artistas nacionales e internacionales procedieron a cancelar
diversas presentaciones en solidaridad con las víctimas y sus familiares, pero también
llorando la partida de un icono del merengue, Rubby Pérez. Esto convirtió los
meses de abril y mayo en un pertinente luto nacional, el público no tenía
deseos de vivir experiencias live music, mientras alrededor de 300 familias habían
sufrido un drástico y dramático cambio en la vida por haber perdido seres
queridos, pero más de mil familias sucumbieron de dolor y tristeza afectados
por esta tragedia.
Mas adelante la industria empezó
a retomar la realización de fiestas y conciertos, en el entendido del título de
la canción ‘’Show must go on’’ (el show debe continuar) de la icónica banda
Británica Queen, liderada por el inmenso Freddie Mercury. Sin embargo, la ola
de conciertos cancelados al margen de la tragedia ha llamado bastante la atención
de la audiencia. En lo que lleva el año 2025, aproximadamente 10 conciertos en
grandes escenarios han sido cancelados y pospuestos. ¿Qué está pasando realmente
en la industria en Rep. Dom.? Hay varios factores importantes que influyen en
la suspensión de más de una decena de espectáculos de alto nivel en el país:
1ro. Fracaso en la venta de
boletos.
Es cierto que el público dominicano
es fiel a los artistas y acude en masas a los conciertos, de hecho, estos
espectáculos se han convertido en fiestas temáticas, la gente se viste para ir
a disfrutar tomando en cuenta la corriente estética del artista, que mucho
tiene que ver con el mensaje que proyecte, y su álbum más reciente. Pero
también es cierta la queja popular por el exagerado precio de las taquillas de los
conciertos, oscilando entre los 10mil hasta los 60 mil pesos dominicanos, otros
incluso rondan los 100 mil pesos.
Podríamos decir que asistir a
eventos de este tipo es un ‘’lujo’’ pero la verdad es que el entretenimiento es
una necesidad y un derecho humano, las personas por salud mental y física deben
encontrar experiencias que le provoquen relajación y distracción de las
realidades con las que lidian diariamente, lo que se vive en un recital de música
en vivo es una terapia curativa y expertos podrían confirmar y abundar sobre el
tema. Por lo tanto, existe una queja nacional por el hecho de la cancelación de
conciertos, tomando en cuenta que no en todos se ha realizado la devolución del
dinero invertido por el público en taquillas y además el agravante de que supuestamente
las boleterías no devuelven el costo pagado por servicio.
2do. Exigencias sobre los venues
Los artistas y sus equipos de
trabajo a raíz de lo sucedido en el Jet Set, se han vuelto más exigentes con
las infraestructuras de los escenarios en donde se realizan los grandes
espectáculos. Por ejemplo, Jess & Joy
suspendieron su presentación en el Salón La Fiesta del Hotel Jaragua debido a
un desprendimiento de un plafón acústico.
Esto llama la atención, sabiendo
que también fue cancelado un espectáculo por inundación en uno de los estadios más
utilizados y concurridos del país para este tipo de eventos. ¿Será que las estructuras
para acontecimientos masivos están carentes de mantenimiento correctivo? ¿Los
dueños y empresarios priorizan las ganancias del evento ante la seguridad que
le puedan ofrecer al público? ¿Entran en discordia cuando los equipos de
trabajo del artista colocan en primer lugar la seguridad y por esto deciden
cancelar el espectáculo? ¿O simplemente es fracaso taquillero por altos precios
de boletas? Sería interesante conocer a fondo las respuestas a estas y otras
interrogantes.
Lo que sí se puede decir, es que
estas asiduas cancelaciones de conciertos demuestran una evidente crisis post
trauma en la industria del entretenimiento en República Dominicana. Es notorio
que un evento de esa lamentable magnitud cambió casi por completo el juego y se
deben implementar nuevas estrategias a raíz de evaluaciones y ejecución de
soluciones a los problemas que han provocado el cese de presentaciones de reconocidos
artistas en el país.
Esperamos que los grandes empresarios e inversionistas de la
industria dirijan su atención a esta situación, que no solo afecta el sano
entretenimiento, sino que también sostiene miles de empleos y asegura el
progreso y la estabilidad de muchas familias.
En el próximo articulo hablaremos de la casa más famosa
de RD…
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